1. ¿Cuáles fueron los retos encontrados en el diseño del proyecto?
Este proyecto tuvo dos grandes retos tanto como diseño como empresario: uno de la complejidad geométrica y narrativa, el otro de organización para pasar del modelo digital a una obra viable.
Por un lado, el proyecto nació como un experimento de validación donde aplicar un método colaborativo de diseño para que el dueño Rafael Birmann y su equipo técnico y logística tuviesen participación directa en los ajustes de la idea, de forma y de los elementos constructivos, tratando de superar el tópico del arquitecto como único responsable y típico artista invitado con los típicos y largos procesos de ida -vuelta.
Con cierta licencia poética, la obra podría ser interpretada como anónima o coautoral casi polifónica. Por otro lado la complejidad formal de esta sofisticada estructura exigió de Artemátyika, empresa que lidero y que imprimió carácter a la metáfora inicial de la Ballena, usar el más sofisticado de los métodos de diseño computacional y optimización matemáticas.
Sin embargo, partiendo de unas directrices simples para tener el control plástico e interactivo de forma, aplicando el método Building Information Modelling desde el comienzo para una colaboración ágil con la ingeniería, casi en tiempo real esto también permitió hacer prototipos rápidos con manufactura digital, técnicas como el corte a laser, el fresado CNC o la impresión 3D que dominé durante varias prácticas en Madrid y Barcelona en 2010 y en los primeros laboratorios de fabricación digital de Brasil (LAPAC da Gabriela Celani en UNICAMP, DIGIFAB de Eduardo Fonseca de Campos en USP y Garagem Fab Lab do Edu Lopes, donde Pedro Terra Lab colaboró varios años con patentes interesantísimas), técnicas esclarecedoras para la toma de decisiones.
2. ¿Cómo los vidrios de GlassecViracon atendieron las necesidades de desempeño y diseño?
Los vidrios de GlassecViracon fueron la solución perfecta para abrir entradas triangulares y de posiciones extremamente variables en el revestimiento de la estructura, incluso de cabeza hacia abajo. Pode bañar el interior de luz natural y perspectivas del paisaje urbano circundante sin dejar de tener protección ante la intensa radiación solar de esta latitud y una perfecta fijación ante los fuertes vientos cerca de la torre, dejó la experiencia espacial de contemplar y cruzar la escultura más rica y apasionante. Además, a la noche genera un bello espectáculo de luz artificial.
3. ¿Cuál es el impacto de ese proyecto en la cartera de la empresa?
Esta representa una de la obras más icónicas de Artemátyika a lo largo de los 10 años de su existencia profesional del punto de vista plástico. Tras haber participado como diseñador y colaborador en obras igualmente singulares de espacio privado abierto al público, en otra escala urbana, como el parque Linear Madrid Rio de 7 kilómetros de largo, dibujado por el equipo de arquitectos españoles Burgos & Garrido y los holandeses West 8, y la Ciudad de la Cultura Santiago de Compostela, dibujada por el neoyorkino Peter Eisenman y ejecutada por el arquitecto y renombrado profesor de la Politécnica de Madrid Andrés Perea ortega. Nos gusta explicar que más que proyectar edificios o un espacio público, lo que hacemos es modelar metáforas, lo que permite conectar con narrativas intimas del cliente, más operacionales, y transmitir igualmente ese carácter dinámico a los futuros usuarios.
4. ¿A usted le gustaría añadir otros aspectos sobre el proyecto?
El aspecto colaborativo y metodológico del proyecto fue clave desde el comienzo, y diría que fue la gran idea que hizo Artemátyica liderar e imprimir carácter en esa obra escultórica y estructural monumental, pues permitió que 7 personas diesen opinión en el proyecto con pequeñas decisiones y detalles de forma coherente.
Esa dinámica de trabajo hizo la escultura ser el icono que hoy consigue destacar el emprendimiento de B32 en el paisaje financiero de esta metrópoli global. Los envueltos fueron: Tom Balsley ( renombrado paisajista neoyorkino que tuvo la idea de poner una escultura en ese rincón de la plaza), Rafael Birmann (idealizador e incorporador de B32 , junto a Pedro Terra Lab, ambos auténticos escenógrafos urbanos escogieron el tema y mito de la ballena cachalote como símbolo urbano y corporativo), Renato Silva (arquitecto coordinador de los proyectos de B32 y coordinador BIM), Michael Eidinger (expert en marcos de aluminio), Felício Vita (carismático ingeniero de producción carioca) y Flávio d’Alambert (talentoso ingeniero de estructuras, responsable por el cálculo e dimensionamiento del Museu do Amanhã en Rio de Janeiro).
Fue una oportunidad única e inolvidable para aprender a crecer junto a ese equipo singular que dejó un legado más amable para la ciudad de São Paulo más corporativa.